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Las sopas tradicionales mexicanas ofrecen un caleidoscopio de ingredientes y sabores. Las hay que datan de época prehispánica, con miles de años de tradición; otras se remontan unos pocos siglos en el tiempo porque fusionan la cocina mesoamericana con la europea. Su valor gastronómico es, en cualquier caso, indiscutible. Con razón, tres de ellas —las sopas de lima y de tarasca y el caldo de queso— figuran en el ranking top 100 soups in the world del portal Taste Atlas.

La gastronomía del país azteca nunca dejará de sorprendernos. Sopas mexicanas como el caldo tlapeño, el pozole o la sopa de tortilla reflejan su diversidad, tradición y saber ancestral, transmitido de generación en generación.

8 caldos y sopas mexicanas que cautivarán tus sentidos

Pozole rojo

El pozole mexicano es una de las delicias culinarias más típicas. Su antigüedad es notable: fue un plato ceremonial que la civilización mexica ideó hacia el siglo XIII antes de Cristo. Posee un gran valor nutricional gracias a su riqueza de ingredientes. Se trata de una sopa mexicana de tomate rojo o jitomate, rábano, orégano, carne de pollo o de cerdo, especias como cilantro y una base de maíz cacahuazintle seco. Otras versiones dignas de mención son el pozole blanco y el verde.

Caldo tlapeño

El caldo tlalpeño, otro de los iconos culinarios de México, surgió en la ciudad capitalina de Tlalpan. Se elabora con pollo, calabaza, cebolla, zanahoria, ajo y xoconostle, regado con jitomate y aderezado con laurel y epazote. Otros ingredientes (aguacate, limón o queso) se agregan o no según el gusto del comensal. Presume de ser uno de los caldos mexicanos más populares, sencillos y saludables.

Sopa azteca

Exquisita, colorida y con mucha historia, la sopa azteca tradicional contiene caldo de pollo y jitomate, chiles secos, aguacate, queso y especias varias, sin mencionar su seña de identidad: la tortilla frita cortada en tiras. Esta reliquia del recetario mesoamericano, que muchos denominan «sopa de tortilla», ha pasado de padres a hijos, siendo hoy un must en el menú de cualquier amante de la cocina mexicana.

Sopa de lima

El jugo de lima es el ingrediente central de este preparado, uno de los caldos y sopas mexicanas más exóticas. Se compone de jitomate, cebolla, ajo y pollo, además del cítrico al que debe su nombre. Se aromatiza con cilantro y pimiento amarillo. Su origen puede rastrearse hasta la civilización Maya, un privilegio al alcance de pocos y que explica en parte por qué la cocina mexicana es Patrimonio de la Humanidad.

Sopa tolteca

Los diferentes tipos de sopas mexicanas demuestran que lo sabroso y lo nutritivo no están reñidos, y la tolteca no es una excepción. El nopal —cactus endémico de frutos dulces— es un alimento que rara vez falta en las despensas mexicanas y el ingrediente estrella, además, de esta sopa. Para hacer realidad este manjar, es el tallo troceado del nopal, y no sus higos, lo que se agrega al pollo, el jitomate, el maíz, la cebolla, el ajo y el chile poblano.

Sopa tarasca

Este emblema de la gastronomía de Michoacán es un regalo para el paladar. Contiene cebolla, jitomate, ajo, epazote, chile ancho, queso Cotija y caldo de pollo, y se sirve con tiras de tortilla frita, crema ácida y queso fresco. Esta sopa de verduras tradicional mexicana debe su nombre a los tarascos o purépechas, pueblo indígena que habitó la localidad de Pátzcuaro, cuna de origen de este preparado.

Sopa de tortilla

Con motivo de las Fiestas Patrias, uno de los platos más degustados en Tlaxcala es la sopa de tortilla. En su composición intervienen el caldo de jitomate, el aguacate, el queso fresco, el chile pasilla y la tortilla cortada en tiras. Es una delicia que conquista por igual a todas las clases sociales y que cuenta con una amplia distribución.

Caldo de piedra

Otro bocado único en la lista de sopas mexicanas es el caldo de piedra. Se prepara con camarones, cangrejo azul, pescado y verduras diversas (jitomate, epazote, chile verde, cebolla, etc.), con una particularidad: la cocción se realiza sobre piedras calientes. Se trata de una joya ancestral que aún preparan los indígenas de la ciudad de Tuxtepec, en Oaxaca.

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