«Mejora todo», «hace lo bueno, aún mejor» y otros eslóganes publicitarios no mienten sobre las cualidades del tajín mexicano. Este condimento tiene bien ganada su fama por su capacidad para potenciar el sabor de frutas, carnes, salsas, helados e incluso cócteles. Y lo consigue sin esfuerzo: un golpe de muñeca para espolvorear su contenido sobre cualquier preparado, ¡y listo para degustar!
Introducido en 1985, esta «salsa en polvo» es más que un recurso socorrido para saborizar platos y bebidas. De un tiempo aquí, su envase decorado con la tricolor se ha vuelto inseparable del estilo de vida de millones de mexicanos. En EE.UU. también causa furor (en 2020 fue elegido ‘Flavor Of The Year’ por las publicaciones EatingWell y Food Network, ahí es nada). España y otros mercados europeos van por el mismo camino, como ha sucedido con otros condimentos mexicanos.
Tajín, el condimento seco que revoluciona la gastronomía mundial
Con un perfecto equilibrio entre acidez, picante y salinidad, este condimento seco se ha ganado un puesto de honor entre los aderezos más demandados de la cocina azteca. Pero ¿qué es el tajín mexicano exactamente?, ¿por qué tiene tanto éxito?
El tajín es un sazonador en polvo granulado de color rojo compuesto por chiles deshidratados, jugo de lima y sal marina. Se comercializa en un envase con tapón tipo flip top que facilita tanto su uso como su transporte. Aunque su precio es inferior a 2 dólares en las tiendas mexicanas, su exotismo en Europa motiva que ronde los 5 euros.
Más allá de los ingredientes del tajín y su exquisito sabor, la nostalgia juega un papel clave en su popularidad. Es un producto con un fuerte componente cultural. Generaciones de mexicanos lo consumen desde la infancia, y también está ligado a la cocina casera y la street food del país tricolor.
No obstante, existen otras razones que justifican el éxito del tajín:
Ingredientes simples y naturales
Los ingredientes que lleva el tajín mexicano son pocos, asequibles y de origen natural. Además de la lima y la sal, se formula con tres tipos de chiles picantes: el de árbol, el guajillo y el pasilla. Su riqueza en sodio y vitamina C, sumado a un bajo aporte de calorías, avala su consumo con moderación. ¡Quién dijo que el buen sabor estaba reñido con la alimentación saludable!
Cómodo, versátil y duradero
A diferencia de otros aderezos, el tajín presenta un formato práctico, de fácil transporte, y en caso necesario, «viaja» allí donde están los alimentos a saborizar. Se aplica con un movimiento de muñeca, sin salpicaduras por ser un condimento seco, y puede conservarse durante más tiempo que cualquier salsa líquida.
Sabor extraordinario
Quienes adoran el picante, adoran el tajín, y quienes no, también. El «secreto» del tajín reside en su mescolanza de sabores: cítrico, dulce, salado y ligeramente picante. Pese a ser un must de la cocina mexicana, su grado de picante en la Escala Scoville es bastante moderado. ¡De ahí que guste a todos los paladares!
«¡Échale tajín!»: descubre los mil y un usos del tajín mexicano
La historia del tajín está ligada a su creador, el jalisciense Horacio Fernández Castillo, quien se inspiró en una salsa de siete chiles de su abuela para desarrollar este condimento. Debe su nombre a una zona arqueológica denominada El Tajín, al norte de Veracruz.
La versatilidad del tajín picante mexicano está fuera de duda. Sus campañas publicitarias gritan «¡échale tajín!» porque (casi) no hay alimento o preparado que no pueda realzar. Tradicionalmente, se ha empleado para sazonar piñas, manzanas, mangos y otras frutas. Pero estas aplicaciones no son más que la punta del iceberg.
En verduras (aguacate, maíz, pepinos, etc.) y en carnes y pescados (alitas de pollo, tilapia, res), este chile en polvo tampoco decepciona. De igual forma, ayuda a potenciar salsas y adobos para elevar el perfil gustativo de toda clase de platos, ya que puede combinarse con otras especias mexicanas populares. De ahí que sean tantas y tan diversas las recetas con tajín.
Otros usos de la salsa tajín (aunque no lo sea, en sentido estricto) incluyen la decoración de vasos y copas cocteleras. En mixología, se impregna el borde de estos recipientes con lima y se espolvorea después el tajín. Con ello, se logra que pase a las papilas gustativas en cada sorbo. Este ingrediente también sobresale en bebidas como la mangonada y en paletas heladas (helados) como la nieve de limón.