No hay duda de que el picante es bueno para la salud, pero ¿y para adelgazar? Los seguidores de las dietas light reconocen un poderoso aliado en la capsaicina, el compuesto activo de los jalapeños, chiles y guindillas mexicanas que las poblaciones originarias del valle de Tehuacán consumen desde hace 9.000 años. Pero ¿cómo una enchilada puede ayudarnos a perder esos kilitos de más? La ciencia tiene la respuesta.
La utilidad de la capsaicina para adelgazar se fundamenta en los efectos de esta sustancia natural sobre el metabolismo. «Se cree que la capsaicina aumenta el metabolismo en aproximadamente un ocho por ciento de media. […] También favorece la reducción de peso a través de la termogénesis (el proceso de producción de calor por el organismo)», según el artículo Do Capsaicin Pills Work for Weight Loss? publicado en MedicineNet.
Así, la capsaicina «activa el sistema nervioso simpático, lo que aumenta la velocidad del metabolismo y la producción de calor», citando a la doctora M. Sruthi. Con el incremento de la temperatura corporal, el organismo incrementa su gasto calórico y, con él, disminuye la cantidad de tejido adiposo pardo o grasa parda.
Esta grasa cumple una función reguladora de la temperatura interna, pero tiende a acumularse en los muslos y otras regiones, con efectos antiestéticos según ciertos cánones de belleza. Así pues, cuando el picante acelera el metabolismo, el organismo elimina esas calorías sobrantes que ‘alimentan’ la grasa parda.
Aunque comer picante adelgaza, no hace milagros. Los chapulines, micheladas o chiles en nogada deben consumirse en el marco de una alimentación sana y balanceada. Para la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), «la capsaicina y los capsinoides pueden ayudar a la pérdida de peso induciendo un aumento del gasto calórico», pero «cabe destacar que si no está acompañado de una alimentación correcta el efecto que producen en la pérdida de peso es mínima».
De seguir una dieta desequilibrada, rica en azúcares y grasas saturadas, ¿el picante engorda o adelgaza? Incluso en este supuesto, la capsaicina aportaría un granito de arena al adelgazamiento gracias a sus efectos saciantes.
La capsaicina y sus otros beneficios: de mejorar la salud cardiovascular a mitigar el dolor de espaldas
La capsaicina es mucho más que un complemento de las dietas light. Sus propiedades avalan su empleo en las comidas como sustituto de la sal y los saborizantes artificiales.
Se ha demostrado que la pimienta de Cayena, rica en capsaicina, puede reducir el nivel de colesterol en sangre, mejorar la actividad fibrinolítica, prevenir la aterosclerosis y aportar otros beneficios estrechamente relacionados con la salud cardiovasculares. Aunque una porción diaria de capsaicina no elimina el riesgo de padecer un infarto, es innegable que resulta positivo para el corazón.
De forma tópica, este alcaloide natural actúa como analgésico, siendo un remedio eficaz para mitigar el dolor de espalda, las molestias derivadas de la neuropatía diabética, la artritis, los esguinces y otras dolencias. De hecho, la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos aprueba el uso de capsaicina tópica.
Las cremas y medicamentos con capsaicina han demostrado ser eficaces a la hora de neutralizar la sensación del dolor. Su funcionamiento es, cuando menos, curioso: su aplicación reiterada sobre la piel consigue, tras sucesivas irritaciones de la misma, agotar el neurotransmisor conocido como sustancia P, asociado al dolor en las fibras nerviosas.
Hasta los ‘parientes’ cercanos de la capsaicina, como el gingerol presente en el jengibre, poseen beneficios insospechados para la salud. Tanto esta planta medicinal como el wasabi japonés ejercen una función antibacteriano que ayuda a prevenir las intoxicaciones alimentarias.